martes, febrero 23
Aprueban diputados reforma constitucional a favor del Estado laico
Con oposición del PAN, pasa al Senado para su análisis y discusión
Es sólo “un paso”, hay iniciativas pendientes, coinciden legisladores
Reprueban “insolencia”, “chantaje”, “desacato” e “interpretaciones mañosas” del clero
Christian Rea Tizcareño
México DF, febrero 11 de 2010.
Con 363 votos a favor, uno en contra y ocho abstenciones, la Cámara de Diputados aprobó esta tarde la reforma constitucional que define explícitamente a México como una República laica.
El dictamen aprobado se envió al Senado para su análisis y discusión, pues se trata de una modificación constitucional. La reforma propone que el artículo 40 de la Ley Suprema del país diga: “Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, laica, federal, compuesta de Estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior; pero unidos en una federación establecida según los principios de esta ley fundamental”.
La adición de la palabra “laica” al texto constitucional contó con el respaldo de los partidos Revolucionario Institucional, de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT), Convergencia, Verde Ecologista y Nueva Alianza. Sólo se opuso Acción Nacional (PAN).
En defensa del dictamen, el diputado Juventino Castro y Castro, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, argumentó que la laicidad es un régimen de convivencia pacífica basado en la libertad de conciencia, la autonomía del poder político y la no discriminación.
Sin embargo, el legislador perredista expuso que en el Congreso existen ya otras propuestas para fortalecer la laicidad del Estado, las cuales, serán dictaminadas en otro momento.
En oposición, el diputado Gustavo González Hernández, del PAN, calificó de “inútil” e “inoportuno” reavivar pugnas “decimonónicas”. Para el legislador blanquiazul, la laicidad moderna es “neutral”, y en consecuencia, no debe erigirse como un sistema ateísta o antirreligioso que niega a la comunidad de creyentes la libertad de expresión.
Solamente un Estado totalitario pretende acallar a las iglesias. Amordazar las creencias de los ciudadanos no es sano para el pluralismo político, manifestó el panista.
En contraste, el priísta César Augusto Santiago Ramírez subrayó que la sociedad mexicana anhela discutir temas de interés general “fuera de asideros medievales”, los cuales, no son sanos para el país.
Porfirio Muñoz Ledo, del PT, consideró que la reforma sólo es “un paso” en contra de la “insolencia” con la que se han conducido diversos ministros de culto religioso.
El llamado del cardenal Norberto Rivera Carrera a la desobediencia civil, bajo el argumento de anteponer las leyes divinas a las del Estado, así como el “chantaje electoral” promovido en 18 entidades del país, son dos ejemplos que ilustran la “insolencia” de la jerarquía católica, criticó el legislador.
En este sentido, el diputado petista Gerardo Fernández Noroña instó a Rivera Carrera a dejar de actuar como secretario de Estado para ser cardenal. La “intromisión majadera” de la jerarquía católica “no puede tolerarse más”, añadió.
La diputada Enoé Uranga, del PRD, mencionó que la laicidad no sólo es la separación entre iglesias y Estado. “Significa el respeto por parte del poder público de los derechos humanos, la libertad de conciencia, la no discriminación y el pleno reconocimiento de la pluralidad que se expresa en una sociedad democrática”.
De acuerdo con la vicepresidenta de la Comisión de Derechos Humanos, los “desacatos” contra el Estado laico perpetrados por el clero y el gobierno federal ponen en riesgo la cohesión social.
“Cuando el presidente Calderón sostiene que el consumo de drogas en el país ha aumentado por la falta de rezos y no por la falta de una política pública eficaz; cuando equivocadamente afirma que la Constitución incluye ‘explícitamente’ conceptos que sólo son parte de los edictos de su religión; cuando el señor presidente confunde pecado con delito, entonces, sin duda, es hora de defender y fortalecer el Estado laico”, expresó.
En su intervención, el diputado Víctor Hugo Círigo, de la bancada de Convergencia, refirió que después de colocar la laicidad como “piedra angular” del Estado, ya no hay “espacio para interpretaciones mañosas” por parte de funcionarios públicos, representantes populares y miembros del clero.
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