viernes, julio 14

Ruta por la vida

Aquí va el texto.

sábado, julio 8

Para vivir eternamente


Como luchador social, he visto la necesidad de comunicar todo lo que de riesgos hay en cuanto a plenitud sexual.
Cómo protegerse; a dónde acudir, de qué manera intimar con el menor riesgo, es, acaso, el afán de esta comunicación.
Soy Polo Gómez, y estoy aquí para dilucidar todas tus dudas sobre sexualidad y prevención de infecciones de transmisión sexual.
Soy conocido como el coordinador de un proyecto inédito, nacido hace ya años, llamado así: condomóvil. La seguridad sexual, sobre ruedas.
El siguiente texto, publicado en La Jornada hace poco más de dos años, me define, aunque soy muchísimo más.


La prevención sobre ruedas


Antonio Medina

En un volchito convertido en vagoneta, Apolonio Gómez va de un lado a otro del país repartiendo condones, afiches y folletos para prevenir el sida. En ferias, mercados, plazas, escuelas y en cualquier lugar donde lo inviten, el activista y actor se planta con su volchito, y a la manera de los populares y tradicionales merolicos de pueblo explica, a quien quiera escucharlo, las ventajas de los famosos "globitos" en la prevención de cuanto bicho se transmite por contacto sexual, en particular del virus de la inmunodeficiencia humana o VIH.

Así, acompañado de José Antonio Arias, Polo ha recorrido, desde hace más de dos años, decenas de ciudades y pueblos del país en su Condomóvil, como se conoce a este proyecto preventivo y de mercadeo de condones, impulsado por el Colectivo Sol, con el apoyo del Instituto Mexicano de la Juventud y algunas empresas farmacéuticas. En sus travesías, el Condomóvil ha conocido de todo: desde sorpresivos recibimientos con banda musical y escolta incluidos, hasta excomuniones y prohibiciones de alcaldes panistas. En el siguiente testimonio, Polo narra sus peripecias del recorrido realizado por siete estados y 25 municipios y pueblos del norte y occidente de México.

"En Santa Ana, un pequeño poblado del estado de Sonora, a la entrada del pueblo nos esperaba una comitiva conformada por dos patrullas, una ambulancia, el camión de bomberos y representantes de las autoridades municipales, quienes a marcha lenta acompañaron al Condomóvil por las calles principales del pueblo con las luces encendidas y las sirenas sonando, para anunciar que estaríamos en el Gimnasio Municipal dando información sobre el uso del condón y la prevención de infecciones transmitidas sexualmente. En esa experiencia se conjugó la voluntad y el apoyo de las autoridades con el entusiasmo del pueblo.

"Lo contrario sucedió en Mexicali, donde el secretario de Salud de Baja California, doctor Carlos Alberto Astorga Othón, y el alcalde de la ciudad, Víctor Hermosillo Celada, nos declararon personas non gratas desde antes de nuestra llegada. Y para no quedarse atrás, el obispo de Mexicali nos excomulgó públicamente por atentar contra la moral y las buenas costumbres. Pero esa 'santa trinidad' no nos impidió cumplir nuestra labor, pronto nos enteramos que en dos días más se realizaría el 'miércoles ciudadano', al que acude mucha gente, decidimos esperar y plantarnos en la plaza municipal y realizar nuestro cometido.

"La afluencia fue impresionante, y cuando menos nos dimos cuenta estábamos rodeados de cámaras y micrófonos preguntándonos sobre las declaraciones del alcalde y del doctor Astorga. Nosotros los cuestionamos por su falta de apoyo a la lucha contra el sida, y más en un estado con el tercer lugar de casos detectados de VIH/sida a nivel nacional. Eso provocó la curiosidad de la gente por el Condomóvil, querían ver a quienes recibimos la honorable condecoración de personas non gratas por las autoridades de la ciudad.

¡El condonero llegó, llegó!

"A lo largo de estos años hemos comprobado que la gente no es tan conservadora como lo suponen las autoridades. Quizá la gente siente temor o vergüenza al preguntar, pero no es por moralina ni por prejuicio, sino porque no están acostumbrados a tratar temas relacionados con su sexualidad y eso habla de un mal enfoque educativo que venimos arrastrando desde hace mucho. Una ocasión, una ancianita muy ocurrente se acercó al Condomóvil para pedirnos condones, nosotros un poco sorprendidos sólo le dimos dos, pero ella nos pidió más explicándonos que su sobrino ya estába crecidito y la verdad no quería que dejara de estudiar por embarazar a una muchachita o que se contagiara de esas enfermedades de las que nosotros le habíamos hablado. En otro recorrido, lo tuvimos que interrumpir debido a una descompostura menor del Condomóvil. De pronto, un padre de familia que nos escuchó siempre silencioso y sin preguntar nada en la plaza municipal nos dijo: 'No se preocupen, yo les doy hospedaje en mi casa en lo que les arreglan su carro', y ya estando ahí llegaron como cinco parejas de esposos, algunos con sus hijos, casi todos adolescentes, para que les diéramos una plática. El anfitrión siempre muy ocurrente le decía a sus dos hijos y su hija (adolescentes): 'ojo, mucho ojo, ¡escuchen!'.

"En nuestros recorridos, siempre tratamos de ubicar las zonas de tolerancia para llevarles información a hombres y mujeres dedicados al trabajo sexual y desde luego obsequiarles condones y folletos informativos. Ellos y ellas pueden transmitir la información a sus clientes y, de esa manera, en cadenita, se puede fomentar una nueva cultura de la prevención."

A la fecha, el Condomóvil ha repartido casi 800 mil condones: 500 mil de manera gratuita proporcionados por Conasida y más de 250 mil condones "Encanto" que impulsa la Brigada Callejera como parte de un proyecto de mercadeo social. La venta de condones le permite a Polo Gómez solventar parte de los costos de mantenimiento del Condomóvil y seguir con su deambular pregonero.