martes, noviembre 3
Marcan y discriminan a mujeres que viven con el VIH, asegura Picasso Domínguez
CECILIA VARGAS
El estigma y la discriminación en contra de las personas que viven con VIH es general, pero contra las mujeres peor, por los prejuicios de la sociedad, porque cuando alguien se entera que padeces este mal, significa que “andas en malos pasos”, asegura Nizarindandi Picasso Domínguez.
Cuando la mayoría de las mujeres contagiadas con VIH son amas de casa, que solamente han tenido una pareja toda su vida, lo que significa que es su pareja la que lleva doble vida, abunda, la representante de IPS/Iniciativa de Políticas de Salud y de la ICW (Comunidad Internacional de Mujeres Viviendo con VIH/SIDA).
Nizarindandi Picasso estuvo este fin de semana en Tabasco para impartir un taller a mujeres de la entidad que padecen esta enfermedad de transmisión sexual, invitada por Tabasqueños Unidos por la Diversidad y la Salud Sexual (Tudyssex)
Cuestionada respecto a las dificultades de las mujeres para acceder a los tratamientos antirretrovirales, la tallerista afirmó que, se supone que hay acceso universal a los tratamientos contra el VIH/ SIDA, sin embargo sabemos que existen lugares en donde hay listas de espera y que hay lugares a donde nos les llega.
Sin embargo ese es un problema que no solo enfrentan las mujeres, sino todas las personas que viven con VIH/SIDA, respondió.
Pero es más difícil acceder a la “adherencia” o ser adherentes a nosotras mismas, dijo Picasso Domínguez, porque el tratamiento no solo se limita a los medicamentos, sino es necesario asistir a las consultas con el médico, y recibir tratamiento psicológico.
-¿Es inaccesible para mujeres indígenas o de las zonas marginadas?
Creo que es más complicado porque tiene que ver con el acceso a la educación, a la información, problemas que están ligados a la pobreza.
Por ejemplo existen personas con VIH/SIDA que no saben que el tratamiento de antirretrovirales son gratuitos, ni que procedimientos hay que realizar para acceder a él.
-¿Cuál es el proceso por el que atraviesa una mujer cuando descubre que contagio este virus?
Son varios los procesos. En mi caso, desde hace nueve años me diagnosticaron, entonces se que primero pasa una etapa de dolor, coraje, frustración, impotencia, tristeza y desolación, pero luego una aprende a vivir con todo eso.
Pero tiene una que aprender a sacar lo positivo de lo negativo. Por ejemplo, gracias al VIH he aprendido a cuidarme más, a protegerme, a cuidar mi alimentación, a ir puntualmente a mis consultas con el médico, a limitar lo que me hace daño, lo que es negativo ya no lo acepto ni lo tolero como antes solía hacerlo, porque ahora antepongo mi estado emocional antes que cualquier otra cosa, porque estoy consciente de que mi salud depende de mi estado anímico.
-¿Tiene hijos, es madre soltera?
Mi historia es un poco distinta a las de otras mujeres que viven con VIH, y hasta cómica, porque tengo un hijo de 16 años y viví con el padre de mi muchacho alrededor de 3 años y cuando él nació nos separamos, 13 ó 14 años, no vivimos juntos, pero hace poco acabamos de regresar.
Creo que nos separamos porque éramos muy “chavitos”, yo tenía 21, ahora tengo 37 y se lo que no quiero, pero todavía no se lo que quiero, sin embargo ambos somos ya personas maduras y podemos resolver cosas que antes no.
- Sin embargo las madres solteras que viven con VIH, deben enfrentar serias dificultades ¿no?
Es muy difícil, y muchas veces se tiene la idea de que las mujeres que viven en zonas urbanas aunque sean marginadas, tienen más acceso a recibir atención médica, no es así, muchas de ellas, por causa del VIH han quedado viudas, sin pensiones ni seguridad médica y se ven obligadas, con su hijos, a regresar a vivir con sus padres.
A veces consiguen techo y comida, retribuyendo con trabajo doméstico no remunerado.
Da mucho miedo ir a buscar un empleo, así me sucedió a mi, cuando recién me habían diagnosticado, porque una piensa que le harán la prueba del VIH/ SIDA sin su consentimiento y que al salir positivo no la contraten.
-¿Y hay empresas que así lo hacen?
Si sucede hay empresas, que disfrazan los análisis, que no los piden directamente, sino que piden otro tipo y entre esos te hacen la prueba del VIH tomar a una parecer.
-¿Entonces la mayoría de las mujeres que recurren a esta organización son madres solteras?
En su mayoría viudas y que saben de su diagnóstico positivo, a partir de que sus parejas fallecen y la mayoría se quedaron sin pensión, ni seguridad social, sin nada que las ayude a salir adelante.
Incluso muchas de ellas han perdidos el poco patrimonio que tenían a raíz de la muerte de sus maridos, y eso no solo pasa en la ciudad de México, también con mujeres de todos los estados.
-¿Por qué en su mayoría son mujeres casadas o que solo han tenido una sola pareja sexual la que mayoritariamente se contagian?
Tiene que ver con la desigualdad de género, con el amor, la confianza y el poco reconocimiento de que nosotras mismas podríamos estar en riesgo, de que somos vulnerables. La mayoría de las que acuden a nosotros, son amas de casa.
-¿Qué se podría hacer para disminuir el porcentaje de mujeres infectadas de VIH?
Es algo muy complicado; hace poco acudí a un Congreso en Oaxaca , en donde por esos días se había entregado una estadística en relación a la violencia doméstica en esa entidad, en la se registró que muchas mujeres eran golpeadas y lesionadas físicamente cuando pedían a sus parejas, utilizaran condón.
Es como una doble vulnerabilidad, porque si le piden a sus parejas que usen condón, las golpean y si no los obligan a que se los pongan, corres el riesgo de adquirir el VIH u otras enfermedades de transmisión sexual.
Por otro lado el condón femenino no es muy accesible y si muy costoso (entre 40 y 60 pesos), en comparación con lo que cuesta el condón masculino, pero además no está accesible al público en cualquier establecimiento, incluso muchas mujeres ni conocen el condón femenino.
-¿Las mujeres de Tabasco que viven con VIH/Sida enfrentan otros problemas?
Son víctimas de problemas similares a las mujeres de toda la República, pero lo que observamos es que hay mucho estigma y discriminación contra ellas ¿y es que pueblo chico, infierno grande? , es decir que, a diferencia del Distrito Federal, como somos muchos, no corres el riesgo de toda la gente chismee tu diagnóstico, a que te boletinen.
Las mujeres de Tabasco que viven con VIH , de lo que más se quejan son de los servicios de salud. Porque el estigma y la discriminación todavía es muy fuerte entre el personal de los servicios médicos
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