Ante un Aula Magna colmada por especialista y estudiantes, Barré-Sinoussi expuso durante casi dos horas, en las que relató los trabajos iniciados a principios de los 80, al surgir el Sida como una enfermedad emergente desconocida y lograr el primer aislamiento de un retrovirus humano, en 1983, que es el hoy denominado VIH. La directora de la Unidad de Infecciones Retrovirales del Instituto Pasteur de París es partidaria de la investigación en red, con actores de distintos sectores académicos, pacientes y dirigentes de la política. En ese sentido, señaló que fueron precisamente "los clínicos quienes nos movilizaron a los investigadores en retrovirus, al preguntarnos si este nuevo virus descubierto en Estados Unidos en 1982 y 1983 podía ser la causa del sida". A partir de entonces -recordó- "decidimos que teníamos que dejar cualquier otro proyecto de investigación en nuestro laboratorio, y lo hicimos, y convocar a otros investigadores y químicos para colaborar, y debíamos movilizar al sector privado para desarrollar esas pruebas que pudieran determinar qué era el virus del sida". Después señaló que "en 1996 combinamos las terapias retrovirales y pudimos ver que eran beneficiosas para el paciente, como lo son hoy, y pronto llegamos a identificar el genoma del virus" y, mediante un seguimiento, "llegamos a la resistencia al tratamiento antiretroviral". Para esos años, ya se sabía que "no era sólo un tipo de HIV1, sino que también existía el HIV2 debido a su mutación", por lo que "somos todos iguales, pero somos todos diferentes en cuanto a nuestras respuestas a la infección". Por ese motivo, sostuvo que no se cuenta con una vacuna candidata eficiente y también aseguró que "los estudios sobre microbicidas han fracasado". "Han sido un fracaso las vacunas", dijo, y tras preguntar por qué, respondió que "por la diversidad del HIV, pero la diversidad es uno de los obstáculos, pero quizá no el principal", y aseguró que "cuando tengamos la vacuna para un HIV tendremos los del resto". La investigadora afirmó que "es responsabilidad (de los científicos) formar a la gente en países con recursos limitados" y, al respecto, citó a Luis Pasteur, quien sostenía que "la ciencia no tiene límites". En base a ese principio, sostuvo que "nosotros debemos extender nuestros conocimientos al resto del mundo" y exhortó a "fortalecer a las organizaciones de salud". Tras advertir que "por cada uno que inicia un tratamiento surgen cinco casos más de infectados", indicó que hay que continuar con las investigaciones, y puntualizó que "una de las prioridades es entender los efectos que conducen a la actividad inmunológica. Hay que investigar el tipo de mecanismo a aplicar". "Hay que apuntar a los reservorios del VIH en el futuro, mejorar la potencia de los medicamentos y mejorar la eficacia de los antiretrovirales", añadió. Sobre la prevención, consideró que "va a estar enfocada en tratamientos combinados, prevención de tratamientos de riesgos, preservativos, concepto de prueba y tratamiento más rápido". Después de asegurar que "estamos aprendiendo cada vez más a través de diferentes estudios", señaló que "la aventura continúa, con nuevos desafíos, nuevas técnicas, nueva generación de actores, algunos de los cuales puede estar aquí, en este recinto". "Pero lo importante -dijo para cerrar- es trabajar en red entre la ciencia básica, químicos, pacientes, investigadores, biomédicos y la universidad". |
viernes, noviembre 6
La aventura continúa: Sinoussi
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