Toñito Salcedo fue un hombre bueno que siempre se preocupó por los gays y sus derechos. Tuvo actitudes de suma bondad y generosidad con la gente que le rodeaba. Realizó un trabajo hormiga dentro de la comunidad gay de México sin protagonismos, ni egoísmo. Siempre se mantuvo detrás de bambalinas realizando acciones certeras y trascendentes, tanto en marchas como en protestas y eventos de la diversidad sexual.
Alguna vez manifestó su inconformidad ante injusticias y exclusión entre el mismo movimiento asistiendo desnudo a un evento LGBT, con alas blancas y zapatillas con tacón de aguja. Su desnudez hablaba de su integridad y honestidad.
Antonio Salcedo fue un trabajador leal y congruente con el compromiso social de la empresa donde laboró los últimos diez años, Corporativo Cabaré Tito, donde llevó a las acciones los ideales de esta empresa del colectivo homosexual mexicano.
Sirvan estas palabras para mandar un mensaje de solidaridad a su apreciable familia y a todos los que lo conocieron y están tristes por su ausencia.
Besos Toñito, amigo por siempre…
Antonio Medina
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