martes, enero 5

Capasits, los perfectos desconocidos



Christian Rea/La Jornada
05-Enero-2010

México, D.F..- “No todos se mueren de sida, sino por la toxicidad del medicamento”. Iván recuerda la voz del servidor de salud que le confirmó con crudeza su seropositividad, a finales de los años noventa. Tras la noticia, nació un miedo que lo silenció, un pavor “al rechazo, al qué dirán”, un temor que se murió hace dos años, cuando una enfermedad oportunista lo llevó al Centro Ambulatorio de Prevención y Atención en Sida e Infecciones de Transmisión Sexual (Capasits) de Ecatepec, estado de México.


Según la doctora Griselda Hernández Tepichín, directora de Atención Integral del Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH/sida (Censida), los Capasits deben ser espacios libres de homofobia y discriminación. Foto La Jornada
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Iván hoy tiene 29 años de edad y es optometrista. En el Capasits conoció a su pareja. Confiesa que las terapias de grupo llevadas a cabo en este Centro lo ayudan a “salir adelante”. No hay homofobia, “allá afuera sí”, se refiere al resto de los servicios del sistema de salud en México.

A su lado está Leonardo, que opina: “la discriminación no la sientes hasta que tú mismo te discriminas. Lo que buscan aquí es que tú te sientas más que un paciente, un ser humano. Ya hay cura pa’ esto, un condón y educación, porque a veces no estamos enfermos del cuerpo sino del alma”.

A Leonardo lo acompaña Carlos, un viejo amigo que se atiende en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado. Él cuenta que en la Clínica de Xalostoc un burócrata se refirió a los homosexuales con VIH de forma despectiva: “¡Todavía de que hacen sus fregaderas vienen a quitarnos el tiempo!”

En el grupo también está Edgar, a quien amigos y familiares le han señalado que en otros Capasits, por ejemplo, el ubicado en el vecino municipio de Nezahualcóyotl, “son muy déspotas, fríos, malos tratos, te atienden de mala gana, cuando se les antoja, y si no hay medicamentos te dicen que vengas al otro mes”.

Islas inexploradas

De acuerdo con José Luis Centeno Pedroza, director del Capasits Ecatepec –municipio cuya población ascendía en 2005 a un millón 688 mil 258 habitantes, según el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática–, esta jurisdicción sanitaria es “una de las más pobladas de América Latina”. Adicionalmente, 20 por ciento de los pacientes proviene de otros puntos del estado: Texcoco, Teotihuacán, Zumpango, Cuautitlán y Coacalco.

A tres años de la inauguración del Capasits, hay 435 usuarios, de los cuales, 80 por ciento jamás había tenido atención médica. El resto llegó después de perder su empleo y, con ello, la seguridad social. Asimismo, de la totalidad de personas atendidas en este Centro, 30 por ciento refirió al ingresar que ya conocía su diagnóstico VIH positivo; sin embargo, lo ocultó al pensar que “me voy a morir, me van a rechazar”.

En el Capasits de Ecatepec “creemos en el mundo de la justicia social, donde todos los seres humanos tengamos las mismas oportunidades. El personal que está aquí es por convicción. Promovemos que la gente se adueñe de su cuerpo y de su vida”, expresa.

Para Centeno, los Capasits representan un “gran avance”, sobre todo porque las personas con VIH cuentan ya con una “isla” en donde no caben ni la homofobia ni la discriminación; sin embargo, estos Centros, a largo plazo podrían constituir “un retroceso”, toda vez que los demás servicios de salud, así como “la mayoría de la población”, aún no están sensibilizados al respecto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues a mi me gusta como soy, yo acepto a las personas tal y como son, yo soy de la idea de que cada quien hace con su vida lo que quiere, así soy feliz!!!