¿Porque los homosexuales (o pervertidos según la Iglesia y los políticos), no pueden casarse o adoptar hijos?

México DF, enero 26 de 2010.

Cartas a NotieSe

Estimados amigos, favor de difundir la siguiente carta:


¿Porque los homosexuales (o pervertidos según la Iglesia y los políticos), no pueden casarse o adoptar hijos?

Últimamente es el tema de moda en nuestra ciudad, que al no tener otras prioridades, para que nuestras autoridades se ocupen, hacen que nuestra atención se distraiga para evitar que nos quejemos de los impuestos o la delincuencia.

En fin, esto suena como un chisme generalizado, pero finalmente, lo único bueno es la popularidad y el raiting que ganamos los que pertenecemos a esta minoría (que actualmente es más del 5 por ciento de la población), pero que los lleva a hacernos parecer ante la sociedad como unos monstruos, pervertidos, incapaces de tener sentimientos y de llevar a una familia adelante, ¿acaso no provenimos de una familia como la mayoría de cualquier persona?

No poseemos sentimientos, ya que nuestros actos sólo van encaminados a la perversión como la indican los religiosos, que en una contestación que recibí a una carta enviada, me comentaron que no están en contra de los homosexuales, pero sí de los actos homosexuales, ¿entonces los actos heterosexuales no llegan a ser pervertidos, o malos, o todo lo que implique a lo que hacemos es un mal ejemplo para la sociedad?

Creo que esto tiene una finalidad, lo que necesita una persona para su desarrollo, es una estabilidad económica y emocional en un hogar, llenarlo de amor, cosa que los homosexuales somos tan y más capaces de hacer que cualquier heterosexual.

Pienso que por el simple hecho de ser homosexual y de tener encima una carga social que nos discrimina, tenemos que ser mejores, y de lograrlo nadie se atreverá a hacernos menos. Por eso tratamos de superarnos económica e intelectualmente, de ser independientes, esto es lo que yo aprecio en los más de 20 años que llevo conviviendo con semejantes a mi.

Cuesta tanto aceptar ser rechazados que tratamos de ser mejores para evitar ser rezagados por la sociedad, aunque sigan tratando de frenar nuestro desarrollo por medio de más rechazo por grupos de personas civilizadas supuestamente, que ocupan cargos con cierto poderío social, que muchos de ellos fueron elegidos por nosotros.

Creo que de inicio si tanta es la preocupación de los religiosos por el bienestar de los niños, ¿por qué no empezar con los problemas ya existentes?, ¿qué no son muchos los niños de la calle que tienen que trabajar para sustentar un hogar?, o ¿aquellos que llegan a hospitales golpeados por los buenos religiosos?, tantos niños que están en las redes de prostitución, ¿por qué no ponerse a hablar de eso o a buscar solución a esos problemas?.

Son más esos indefensos que los que pudieran estar en casa de un par de pervertidos que lo único que buscan es tener a alguien a quien dar amor, un sustento y una buena educación, o es mejor dejarlos en manos de religiosos servidores de dios que abusan de su inocencia por medio de engaños (aclarando que no son todos, así como no somos todos los homosexuales unos pervertidos), no trato de ser irónico en esta carta pero creo que seguiremos en este país con este tipo de problemas de discriminación mientras lo sigamos permitiendo y sigamos apoyando a quienes perjudican el buen nombre de los ciudadanos que lo único que buscan es la mejoría de la sociedad, pero lo mas triste es que en todas las familias existe por lo menos un homosexual, que es el que se ocupa de todos los problemas de los buenos religiosos y tan buenos ciudadanos de sus familiares.

¿O acaso tienen miedo de demostrar posiblemente que somos mejores al educar y guiar por un buen camino a los niños, y evitarse el trabajo de cambiar las leyes y las bases religiosas? ¿Y sólo como conclusión cuántos de los que escuchen esto no quisieran estar en el lugar de la mascota de los homosexuales, bien educados, alimentados y llenos de amor?. Reflexionen.

Atentamente
Dr. Carlos Cantú