miércoles, julio 6
Detección tardía del VIH es lo que mata, aseguran
Le enviamos el artículo publicado el día: martes 7 de junio del 11 en el periódico: El Universal Sección: Metrópoli:
Aunque desde años la enfermedad ya no es sinónimo de muerte, los casos alertan en el sector
Cristina Pérez Stadelmann y Geovana Royacelli
Aunque desde hace años esta enfermedad ya no es sinónimo de muerte, la educación sexual sigue siendo la única manera de contrarrestar la propagación de este mal.
María tenía cinco meses de embarazo cuando le fue diagnosticado el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida). Al enterarse del padecimiento durante la gestación, su pareja la abandonó. María es una mujeres de bajos recursos económicos.
La suma de ambos factores hizo que esta mujer de 40 años atentara contra su vida, hasta que una enfermera de un centro de salud decidió llevarla a la Clínica Especializada Condesa (CEC), institución del gobierno capitalino dedicada a la atención del Sida y VIH. María, como la mayoría de los pacientes que acuden a la clínica, pensaba que tener VIH era sinónimo de muerte.
Considerada como el mayor centro ambulatorio de pacientes en América Latina, con un promedio de 6 mil 200 pacientes al año, fue en este sitio donde María comenzó a ser atendida para reducir el riesgo de transmisión de VIH al bebé.
Llegar a tiempo fue la diferencia entre la vida y la muerte, ya que a decir de la doctora Andrea González, coordinadora del Programa de VIH del DF, es fundamental que las personas reciban un tratamiento oportuno, pues esto reduce los daños a la salud y la prevención de nuevas enfermedades.
“Los medicamentos antirretrovirales rompen con el mito del VIH/Sida como sinónimo de muerte, dado que de enfermedad terminal pasa a convertirse en una enfermedad crónica con la cual es posible vivir”.
Los medicamentos que previnieron que el VIH pasara al bebé de María se llaman antirretrovirales (ARV) y ella no puede dejar de tomarlos. Los obtiene de manera gratuita en esta institución, al grado que aprendió una nueva dinámica de vida que, irremediablemente, está vinculada con su tratamiento.
Hubo un tiempo en el que María abandonó el tratamiento y su salud se deterioró. Fue hasta entonces, cuatro años después de su embarazo, cuando le comentó a su madre; sin embargo, la familia hasta el día de hoy sigue sin hablarle: no aceptan la enfermedad.
El Sida en el Distrito Federal es una de las enfermedades que más preocupa a las autoridades del sector salud. En la capital del país se concentra el mayor número de casos a nivel nacional, con 27% del total.
Si se suma la incidencia en el área metropolitana, la cifra aumenta a 40%. Es decir, cuatro de cada 10 casos están aquí. Datos oficiales estiman que más de 38 mil 400 personas viven con VIH en el DF y anualmente se diagnostican alrededor de mil 300 casos nuevos, 89% de estos corresponde a hombres, 26% a jóvenes de entre 15 y 29 años, y 50% son personas de 30 a 44 años de edad.
Al filo de la navaja
Yahir pertenece al grupo de jóvenes que contrajo el padecimiento a los 24 años. Es paciente de la Clínica Condesa desde hace 24 meses y se incorporó a un estudio de incidencia y prevalencia de papiloma humano de hombres homosexuales.
Comenta que a través de sus investigaciones ha detectado un fenómeno denominado serosorting: jóvenes que declaran haber mantenido sexo sin protección con hombres del mismo estado serológico. Yahir dice que les gusta vivir al filo de la navaja, y jugar a la ruleta rusa con su sexualidad.
De esta forma, quienes tienen VIH sólo practican relaciones sexuales con quienes comparten su misma condición de salud. La intención no es sólo favorecer el vínculo sexual diferenciado, sino que esta diferencia sirva precisamente para tener relaciones sexuales no protegidas.
Con un promedio de mil 200 casos al año, que ya han sido detectados y están en monitoreo pero aún no requieren tratamiento, una enfermera del nosocomio comenta que uno de los mayores problemas continúa siendo la prevención, toda vez que diariamente ingresan a la institución un promedio de 10 personas de primera vez.
“Se les manda a hacer carga viral para valorar si se inicia el tratamiento”.
De acuerdo con datos proporcionados en esta institución, el costo del tratamiento es tan elevado que difícilmente podría pagarlo cualquier persona. El costo de los medicamentos y de la atención médica especializada puede oscilar entre 25 y 30 mil pesos mensuales. En este caso, el costo es totalmente cubierto por la Clínica.
Mujeres, en riesgo
Según una encuesta realizada por la Clínica de Especialidades Condesa, las mujeres que son pareja de hombres positivos en el DF pertenecen al grupo que está siendo más afectado, mientras que las trabajadoras sexuales tienen una baja prevalencia.
En el Distrito Federal se registran cinco casos de VIH en hombres por uno de mujer. Al inicio del padecimiento, en la década de los 80, existía un caso de VIH en mujeres por cada 23 casos en hombres.
El Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) ha informado que 99% de los casos recientes de mujeres con VIH, la vía de infección fue la sexual, ya que se infectaron al sostener relaciones sexuales con hombres seropositivos.
Según el texto “Mujeres, adolescentes y niñas mexicanas: una mirada comprensiva en torno al VIH y el Sida”, que se presentó durante el 14 Congreso de Investigación en Salud Pública 2011, las más expuestas a adquirir el virus son las jóvenes de entre 15 y 29 años de edad.
En la capital del país se distribuyen anualmente de forma gratuita 25 millones de condones en promedio.
Para la funcionaria existe un rezago en la detección oportuna del virus, pues “seguimos teniendo un rezago muy importante en detecciones oportunas, cuando en contraste la detección oportuna del virus es una oportunidad para evitar un mayor número de casos, ya que con la detección se da tratamiento y se disminuye su carga viral, es decir, se evita la replicación del virus con el tratamiento y se disminuye su potencial de infección”.
La estrategia de las autoridades del Distrito Federal es garantizar el acceso universal al tratamiento gratuito, incrementar la cobertura de detección y mantener la promoción del uso del condón enfocada a las poblaciones más vulnerables y con ello reducir el número de nuevas infecciones en los próximos años.
Actualmente María, después de cuatro años de tratamiento médico antirretroviral en la Clínica de Especialidades Condesa , responde favorablemente a su esquema, y se encuentra en un estado de salud físico favorable.
Un saludo
Comite Coordinador
José Angel Aguilar Gil
Información Red Electrónica
Ricardo Fonseca Ceja
Ma. de Lourdes Camacho Solis
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