lunes, enero 23
Sin condón no hay pornofiesta
Le enviamos el artículo publicado el día: domingo 22 de enero del 12 en el periódico: Milenio Sección: El ängel exterminador:
La alcaldía de Los Ángeles aprobó el uso obligatorio de preservativos para los actores de películas tres equis en todos los rodajes que se realicen dentro de los límites de la ciudad. Más allá de cuestiones de salud, ¿cómo impactará esta decisión a la industria pornográfica y sus consumidores?
Verónica Maza Bustamante
San Fernando Valley será de ahora en adelante la Capital mundial de la pornografía con condón, pues hace unos días la alcaldía de Los Ángeles (que se encuentra en este valle en donde se rueda 90 por ciento de las películas porno que Estados Unidos saca anualmente al mercado) aprobó el uso obligatorio de preservativos para todos los actores en los rodajes de cine para adultos que se realicen dentro de los límites de la localidad.
¿Qué opinan los productores, directores, actores de estas películas? ¿Y los usuarios? ¿Y los investigadores? ¿Será que esta determinación afectará económicamente a la industria o las cosas seguirán igual para este negocio que ingresa entre siete mil y 13 mil millones de dólares anuales?
De acuerdo con la norma, que entrará en vigor en unos 80 días, el uso de preservativos tendrá que ser obligatorio y habrá revisiones sorpresa por parte de las autoridades. Numerosos actores y productores porno han asegurado que se trataba de una invasión sobre los derechos de los actores de decidir por sí mismos sobre el uso o no de protección en las escenas, argumentando que la industria exige revisiones médicas mensuales a sus figuras para asegurarse de que no son portadores de infecciones de transmisión sexual. Sin embargo, la comunidad médica insiste en que las revisiones no reemplazan el uso de condón, y recuerdan los 17 casos de VIH reportados dentro de la industria entre 1998 y 2008, así como el más reciente, que se dio el año pasado.
Aquellos días de gloria en Van Nuys, el barrio porno de Los Ángeles, que quedaron inmortalizados en la cinta Boogie Nights se han ido para siempre. Ya de por sí, señalan los pornógrafos, tenían serios problemas porque los consumidores ya no compran películas, sino que buscan portales de internet de acceso gratuito. Si a eso se le agrega la piratería, entonces se puede hablar de una recesión que ve su punto álgido con el nuevo reglamento.
Algunos usuarios de la red social Facebook manifestaron, a pregunta expresa de quien esto escribe, que éste tiene ventajas, como crear conciencia entre los espectadores, e incluso le vieron nuevas posibilidades, como la que señala Aldoo Yoo: “Sería bueno ver las técnicas perversas de las actrices al colocarlo”. Emilio Garza piensa que se podría fantasear más con la chica next door, la vecina buenísima que sólo te permitiría poseerla con el respectivo rubber. Juan Antonio Cervantes mira hacia adelante: Se va a volver una categoría más dentro del vasto mundo de géneros en el porno”.
No obstante, la mayoría afirma que se perdería un aspecto esencial de este tipo de filmaciones, como afirma Adán Chávez: “En la estructura gramatical obligatoria del género, al final tiene que ser evidente la eyaculación. Otro factor que entra en juego es el de la fantasía, ya que son numerosos los consumidores que recurren a estas cintas para sentirse ese hombre que jamás serán y estar con aquella mujer que nunca tendrán. Ver la acción con un condón de por medio le quita ese halo fantástico a la escena. Dice Tonatiuh Medina: Eso de ver un pedazo de plástico no es lo mío. Es un obstáculo estético.
Dice en entrevista Naief Yehya, autor del libro Pornografía. Sexo mediatizado y pánico moral: “Si de pronto llevan al usuario a la realidad y le ponen un condón al protagonista, lo vuelven humano. Parte de lo fascinante de la pornografía es que los actores son superhéroes idealizados, sin defectos. Pero eso es una lectura que damos a partir de comentarios. Hay cosas que se imponen a nuestras prácticas y parecen difíciles de aceptar, pero terminan siendo asumidas, como pasó con las ciudades libres de tabaco, que hoy en día son una realidad totalmente aceptada”.
Estas opiniones encontradas también existen entre los productores de cine para adultos en México. Por ejemplo, Gerardo Delgado El Diablo, productor de la empresa mexicana Mecos Film (especializada en cintas de corte gay), indica que “el debate del uso o no del condón en porno es muy complejo, trae consigo preguntas sobre salud, ética o identidad. Llevo muchos años haciendo porno, y casi siempre hemos usado condón excepto en dos ocasiones, porque eran pareja en la vida real. Para mí la libertad de cada individuo es el más alto valor, por lo tanto no creo que mi elección debería ser una norma que dicte el comportamiento de otros… Si alguien quiere hacer porno sin condón significa que está tomando decisiones basadas en su entender de lo que es correcto o incorrecto, eso no quiere decir que estemos de acuerdo, pero es importante reconocer su libertad”.
Por el contrario, Alejandro Chillon, de la también productora mexicana Tierraerotica.com, afirma apoyar e impulsar el uso de preservativo entre los actores: “La falta de información es un mal de nuestra sociedad. El conocimiento de su uso salva vidas. La ex actriz porno Nina Hartley afirma que el uso del preservativo durante las filmaciones, que duran hasta una hora, puede causar heridas debido a la fricción y, por ello, hacer más fácil el contagio, pero esa es su opinión personal. Nosotros no coincidimos con ella”.
En Estados Unidos los productores dicen que la reglamentación no ayudará a los trabajadores, porque obligará a la industria a irse al extranjero o a hacerse clandestina. Naief Yehya reconoce: “Si la industria se muda del Valle de San Fernando, el impacto económico para el país será inmenso. El dinero que se mueve ahí es de proporciones comparables al producto interno bruto de Ecuador. Mi intuición me dice que los involucrados van a terminar diciendo ‘ni modo, todos a usar condón y la gente que se aguante’, aunque eso funcionaría más en una economía de mercado unipolar, es decir, sin competencia, pero ahora es gigantesco el mercado en Rusia, Brasil, Alemania, Japón. Sin embargo, la estética, el vocabulario erótico de California es muy particular, y la gente lo pide”.
Se trata de un debate interesante que tendrá su conclusión en el futuro, cuando sea notorio si se asumió la norma o si San Fernando se quedó sin pornógrafos. Pero eso sí, con el uso del condón en las cintas, no se perderían más irremplazables mitos sexuales del tamaño (literalmente hablando) de John Holmes, quien falleció en la década de los ochenta a consecuencia del sida.
Un saludo
Comite Coordinador
José Angel Aguilar Gil
Información Red Electrónica
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Ma. de Lourdes Camacho Solis
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