lunes, enero 30

La 33 Marcha del Orgullo: “Estábamos convencidos de que, algún día, íbamos a vivir en el socialismo, y en uno anticastrista”


TENDENCIAS • 27 JUNIO 2011 - 8:03AM — ROBERTO RUEDA MONREAL
“Estábamos convencidos de que, algún día, íbamos a vivir en el socialismo, y en uno anticastrista”. Entrevista con Arturo Vázquez Barrón y Polo Gómez.

México • RRM: Les agradezco que me hayan concedido esta entrevista para M Semanal, y tengo que decir que propuse la entrevista pensando en esas imágenes históricas de Polo Gómez en la Marcha del Orgullo, pues han sido, y son, muy representativas. ¿Podrías hablar un poco sobre ellas?

PG:Bueno, en todas las marchas he tratado de ir con un toque muy específico y personal, ¡un toque Polo! Recuerdo la de 1994, cuando nos tocó lo del movimiento zapatista, y dije: “¡Chin!, ¿cómo voy?”. Tenía que ser algo con todo respeto, o un homenaje al levantamiento armado en Chiapas… así que ¡me fui de zapatista! Con una capucha, con un girasol gigante, mi pipa y un traje que me hice en 20 minutos, incluso hasta usando grapas.

RRM: El mero día de la marcha.

PG: Yo siempre me hago los atuendos ese mismo día. El de zapatista era una “chiquiminifalda” rosita, unas cananas, botas y mochila militares, todo en su conjunto como un pequeño homenaje.

RRM: ¿Estás describiendo esa imagen conocida internacionalmente?

PG: Sí, así es. Le dio la vuelta al mundo gracias a un fotógrafo que se llama Antonio Oropeza. Esa foto estuvo por toda Europa, ganó premios. En fin, muy buena foto. Luego, en aquella en la que abrieron los padres de gays, lesbianas y demás, me dije: “¿Cómo me voy? Bueno, si todos los mexicanos dicen que la madre de todos los mexicanos es la Guadalupana, pues me voy de eso: ¡de la Guadalupana!”. Y así me vestí. En el manto, en lugar de estrellas, pues que le pongo condones, ¿por qué chingados no? Esa imagen, igual, provocó todo un escándalo.

RRM: ¿Te sabes provocador?

PG: ¡Sí! Mucho. Soy bastante contracultural. Creo que intento dar una respuesta bastante asertiva. Quiero que mis imágenes traten de decir algo, no es nada más ponerte un disfraz por el mero hecho de que vas a una marcha gay, ¡no! Por eso yo digo que no son disfraces: son caracterizaciones que tratan de impulsar, de despertar la conciencia. Y que te digan “vamos a actuar, vamos a hacer algo”, o que te cuestionen “¿por qué estás haciendo lo que estás haciendo?”. Que la gente se cuestione y diga: “¡Ah!, ¿por qué?”, y no lo común, eso de “¡ay, qué bonita loquita, mira cómo se vistió!”. ¡Eso no! Lo mío tiene un trasfondo; detrás de todas mis caracterizaciones siempre hay un contexto y un porqué. Recuerdo, por ejemplo, cuando estaban con aquello de hacer santo a Juan Diego. Ese día me fui desnudo con un body painting de la virgen en toda la parte de enfrente. Eso también movió cosas y provocó el clásico “¡pero cóomo!”. Cuando llegamos al Zócalo por primera vez, ese día me dije: “¿Cómo me voy?”, y decidí llevar un atuendo indígena y, bueno, según yo, tenía su razón de ser. Como cuando cumplió 15 años la marcha, ¿cómo me fui? ¡Pues de quinceañera! Un vestido amplio, rosa, ¡por supuesto!, con todo y su tocado, porque… ¡yo era esa quinceañera!

No hay comentarios.: