Le enviamos el artículo publicado el día domingo 1 de marzo del 09 en el periodico: El Universal Sección: México Pág: 4
THELMA GÓMEZ Y LILIANA ALCÁNTARA
La vacuna contra el virus del papiloma humano protagoniza una polémica campaña publicitaria que, por disposición oficial, deberá interrumpir hoy la transnacional GlaxoSmithKline. Especialistas en cáncer cérvico-uterino y autoridades sanitarias la juzgan “chantajista”, “falta de ética” y “riesgosa por desinformar a la población”, en tanto que sus anuncios televisivos y en salas de cines violan el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Publicidad, por exagerar las propiedades preventivas, ignorando también recomendaciones de la OMS.
Dicha vacuna “sólo tiene 70% de posibilidades de ser efectiva si se aplica antes de que la mujer comience su vida sexual activa; no es ético que se aconseje a mujeres de hasta 55 años”, advierte Nubia Muñoz, quien trabajó 30 años en la Agencia Internacional para Investigación en Cáncer y es una autoridad mundial en la materia.
Desde hace poco más de un mes, los laboratorios GlaxoSmithKline (GSK) desplegaron una campaña publicitaria para su vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH), que incluye la contratación de anuncios en espectaculares, televisivos y en salas cinematográficas. En el de televisión, por ejemplo, una mujer graba un videomensaje: “Hija, si ves esto es porque, seguramente, no sobreviví al cáncer cérvico-uterino… Para ti y para otras mujeres ya hay esperanza”. Al final, una voz en off añade que la vacuna pueden aplicársela mujeres de 10 a 55 años.
Según su información pública, para GSK “el objetivo de la campaña es informar y ofrecer a las mujeres mexicanas una nueva medida preventiva y complementaria contra una enfermedad que causa la muerte de un importante número de mujeres… La vacunación contra el VPH y el papanicolau son complementarios, tal como lo mencionamos en los medios que permiten el manejo de mayor información". Pero esto no se advierte de la misma forma en la cuestionada campaña publicitaria.
A su vez, Yolanda Cervantes, directora médica de Investigación, Desarrollo Clínico y Asuntos Médicos de GSK, dice que la efectividad de la vacuna está comprobada entre los 10 y 55 años de edad, aunque “siempre es mejor vacunar a las mujeres lo más temprano posible”. Añade que los estudios clínicos de dicho laboratorio demostraron que su eficacia del 100% se aplica tanto en niñas y adolescentes que no han iniciado su vida sexual, como en mujeres que han tenido exposición al virus.
Expertos consultados por la Unidad de Investigación de EL UNIVERSAL coinciden en que estos mensajes no dicen toda la verdad. “Las mujeres que se vacunan no quedan exentas de desarrollar cáncer cérvico-uterino”, precisa Alejandro García Carrancá, investigador del Instituto Nacional de Cancerología.
En el mismo sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció lineamientos para introducir la vacuna contra el VPH, incluyendo que las campañas mencionen que las mujeres, aun vacunadas, deben acudir a consultas periódicas de detección oportuna de dicho cáncer.
El exceso de confianza, factor de riesgo
El cáncer cérvico-uterino es la segunda causa de muerte –después del de mama– entre las mujeres mexicanas, de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP). México es el tercer país latinoamericano con mayor número de nuevos casos al año (12 mil 516), además de ocupar el lugar 15 en la región por la tasa de mortalidad (14.1 por cada 100 mil mujeres) y el 16 en casos registrados (29.5 por cada 100 mil mujeres), según la Organización Panamericana de la Salud.
En un escenario así, una publicidad engañosa puede favorecer la propagación de la enfermedad. Olga Martínez , directora de Cáncer en la Mujer del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva (Secretaría de Salud), considera que el riesgo es que las mujeres vacunadas se confíen y abandonen la práctica de la detección oportuna del cáncer a través del papanicolau, con lo cual podrían presentarse más casos de cáncer en etapas avanzadas.
Esta vacuna es una herramienta para la prevención, concuerdan los investigadores y autoridades sanitarias consultados, siempre que sea aplicada a mujeres que no han iniciado su vida sexual. El anuncio no informa sobre las limitaciones de la vacuna.
El 30%, desprotegido
Hasta ahora han sido identificados alrededor de 100 tipos (cepas) del VPH, de los cuales 40 afectan las áreas genitales femenina y masculina; asimismo, de éstas alrededor de 17 (incluidas las clasificadas con los números 16, 18, 31 y 33) son consideradas de alto riesgo, en tanto que se relacionan con el cáncer cérvico-uterino. “Sólo la cepa 16 es causante de 50% de todos los tumores, mientras que la 18 produce 20% de los casos de cáncer”, explica García Carrancá.
Hace tres años comenzó la comercialización de la primera generación de vacunas contra el VPH. Actualmente hay dos marcas en el mercado. En 2006 fue autorizada la desarrollada por Merck Sharp & Dohme (MSD), la cual protege contra las cepas 16, 18, 6 y 11. La segunda, de GSK, se autorizó en 2007 y ofrece protección contra las cepas 16 y 18. En suma, cualquiera de las dos protege sólo contra dos de las cepas de mayor riesgo —la 16 y la 18— que causan 70% de los casos de cáncer.
Si se vacunara a todas las mujeres que no han tenido relaciones, dice García Carrancá, “de todas formas 30% de ellas podría tener cáncer”, pues no quedan protegidas contra las otras cepas causantes de la enfermedad.
Mayor edad, menor efecto
Los laboratorios GSK no son los únicos que recomiendan el uso de su vacuna en mujeres mayores de 40. Miguel Casta-Cruz, director médico de Infectología y Vacunas de MSD-México, asegura que su vacuna contra VPH es eficaz en mujeres de 9 a 45 años, pero que no surte efecto si la mujer ya estuvo infectada con las cepas 16 o 18.
Investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) formaron parte del equipo mundial de científicos que realizaron ensayos clínicos para evaluar la efectividad de la vacuna de MSD.
Eduardo Lazcano Ponce, director adjunto del Centro de Investigación en Salud Poblacional del INSP, explica que los estudios de efectividad de la vacuna se realizaron en mujeres de 9 a 15 años, así como en un grupo de 18 a 23 años, al que continúan monitoreando. La OMS establece que la edad más adecuada para aplicar la vacuna es entre 9 y 12 años. Mientras que en EU, el Comité Consultivo de Prácticas de Vacunación recomendó el uso de la vacuna sólo en mujeres de 11 a 26 años. En México, al avalar la venta de la vacuna, la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios —que autorizó también la campaña de GSK— recomendó su aplicación en mujeres que no han iniciado su vida sexual.
El “chantaje” implícito
Los anuncios de la vacuna de GSK causaron irritación entre científicos dedicados al cáncer cérvico-uterino, porque “en un afán mercadotécnico no se puede utilizar como chantaje un mensaje que produce mucha ansiedad en las mujeres. No se dice que las muertes por cáncer se dan porque no hay detección a tiempo”, acusa Eduardo Lazcano Ponce, investigador que forma parte del grupo de expertos integrado por la Secretaría de Salud para diseñar la estrategia que México seguirá en la incorporación de la vacuna contra el VPH en el esquema de vacunación —una de las recomendaciones del grupo, por cierto, es aplicar la vacuna en niñas de 9 años.
Miembros del grupo de expertos solicitaron a las autoridades del sector salud retirar los anuncios por “irresponsables”, en tanto que el Centro Nacional sobre la Infancia y la Adolescencia pidió a la Cofepris se modificaran.
A partir de esas solicitudes, informa Gustavo Olaiz Fernández, comisionado de Autorización Sanitaria de Cofepris, se dio a los laboratorios un plazo —que se cumple hoy, 1 de marzo— para que el anuncio sea retirado, por “desinformar” a la población.
El funcionario dice también que los anuncios cuestionados no incluyen las medidas precautorias que había solicitado la dependencia: los laboratorios deben informar que “vacunarse no implica no hacerse el papanicolau, la medida más eficiente de prevención contra el cáncer que tenemos en este momento. El segundo punto es que la vacuna es principalmente para la población joven que no ha tenido contacto sexual”.
La Cofepris avaló el comercial, explica Olaiz Fernández, “de acuerdo con la información que nos enviaron (los laboratorios)”. La reacción contra esta campaña provocó que no autorizaran la “segunda parte”, donde continuaba la historia que se presenta en el mensaje.
Sin embargo, en las salas cinematográficas se exhibe una versión más extensa, incluyendo escenas donde la supuesta hija de la mujer que falleció de cáncer, acompañada de su tía, acude a vacunarse. Cuando se le informa a Olaiz Hernández sobre esta versión, responde: “Si es así, están violentando el proceso”, y dice que se estudiará si los laboratorios GSK serán sancionados por esos mensajes.
El artículo 9 del Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Publicidad prohíbe “exagerar las características o propiedades de los productos”, y el 44 establece que “no se autorizará la publicidad de medicamentos cuando los presente como solución definitiva en el tratamiento preventivo, curativo o rehabilitatorio de una determinada enfermedad”. La violación de este último artículo amerita, según el propio reglamento, una multa de mil a 4 mil veces el salario mínimo.
El efecto de la publicidad
La ginecóloga Adriana Villagrán ha comprobado que la publicidad ya comenzó a surtir efecto, pues a su consultorio han acudido mujeres que desean vacunarse contra el VPH suponiendo ”que con ello estarán protegidas”. Otros ginecólogos consultados señalan que en los últimos meses cada vez más mujeres piden información. “Hasta ahora no hemos vacunado a ninguna niña, sólo a mujeres de 20 a 30 años”, dice Hugo Escárcega, de la Sociedad Médica del Hospital Inglés.
Un Saludo
Comité Coordinador
José Angel Aguilar Gil
Información Red Electronica
Ricardo Fonseca Ceja
Ma. de Lourdes Camacho Solis
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