5 de octubre del 2009
Ignacio Téllez González presentó una iniciativa para reformar el artículo 245 de la Ley General de Salud, de tal forma que se clasifique como sustancia psicotrópica al popper, pues ha generado estragos en jóvenes gays.
por Omar Sanabria
[anodis_omars@hotmail.com]
Ciudad de México.- Debido a la magnitud de sus efectos en el organismo, principalmente en el cerebro, Ignacio Téllez González, diputado federal por el PAN, presentó una iniciativa para reformar el artículo 245 de la Ley General de Salud, para que se clasifique como sustancia psicotrópica la droga sintética conocida como “popper”, muy popular en la comunidad gay.
De acuerdo con el legislador, este inhalante, cuyo componente base es el nitrato de amilo, debe caber en la categoría que propone para que las autoridades sanitarias adopten medidas de control, vigilancia, y se evite un problema grave para la salud pública.
La iniciativa, presentada el pasado miércoles 2 de octubre en San Lázaro, tuvo como referencia un reportaje publicado en la revista Chilango en su edición de septiembre, donde se dan detalles sobre la distribución y venta ilegal del popper en sex shops clandestinas de Tepito y el Centro Histórico.
El texto recoge los testimonios de jóvenes que, independientemente de su orientación sexual, sufrieron infartos al miocardio debido al consumo de cocaína con popper, considerado por la DEA como uno de los inhalantes más prejudiciales para el organismo.
Durante su ponencia, Téllez González señaló que de acuerdo con fichas internacionales de seguridad química, el nitrato de amilo o isolbutilo “es ampliamente tóxico”.
También refirió que la Organización Mundial de la Salud considera que el consumo de psicotrópicos “es uno de los problemas de salud pública más complejo que enfrenta nuestra sociedad”.
Aunque en 2003 la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) prohibió la venta de poppers en sex shops que operan bajo un esquema legal, admitió que éstos ni el químico que se utiliza para generarlos, se incluyen explícitamente entre las sustancias prohibidas o restringidas por las leyes penales o sanitarias.
Por último informó que de acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Adicciones de 2002, entre la población de 12 a 65 años, un total de 314 mil 760 personas afirmaron consumir drogas inhalables, el 59 por ciento dijo que las obtuvo en la calle, 3.67 en la casa y 24.63 por ciento con un amigo.
De acuerdo con especialistas, aunque el popper es popular desde los años 70 actualmente es muy consumido por jóvenes gays, ya que relaja los esfínteres del ano, haciendo que haya menos dolor durante la penetración.
No se ha comprobado del todo si causa adicción, pero genera muerte de las neuronas y mezclado con vasodilatadores como el Viagra, puede generar desde un infarto hasta fallecimiento.
De acuerdo con el legislador, este inhalante, cuyo componente base es el nitrato de amilo, debe caber en la categoría que propone para que las autoridades sanitarias adopten medidas de control, vigilancia, y se evite un problema grave para la salud pública.
La iniciativa, presentada el pasado miércoles 2 de octubre en San Lázaro, tuvo como referencia un reportaje publicado en la revista Chilango en su edición de septiembre, donde se dan detalles sobre la distribución y venta ilegal del popper en sex shops clandestinas de Tepito y el Centro Histórico.
El texto recoge los testimonios de jóvenes que, independientemente de su orientación sexual, sufrieron infartos al miocardio debido al consumo de cocaína con popper, considerado por la DEA como uno de los inhalantes más prejudiciales para el organismo.
Durante su ponencia, Téllez González señaló que de acuerdo con fichas internacionales de seguridad química, el nitrato de amilo o isolbutilo “es ampliamente tóxico”.
También refirió que la Organización Mundial de la Salud considera que el consumo de psicotrópicos “es uno de los problemas de salud pública más complejo que enfrenta nuestra sociedad”.
Aunque en 2003 la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) prohibió la venta de poppers en sex shops que operan bajo un esquema legal, admitió que éstos ni el químico que se utiliza para generarlos, se incluyen explícitamente entre las sustancias prohibidas o restringidas por las leyes penales o sanitarias.
Por último informó que de acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Adicciones de 2002, entre la población de 12 a 65 años, un total de 314 mil 760 personas afirmaron consumir drogas inhalables, el 59 por ciento dijo que las obtuvo en la calle, 3.67 en la casa y 24.63 por ciento con un amigo.
De acuerdo con especialistas, aunque el popper es popular desde los años 70 actualmente es muy consumido por jóvenes gays, ya que relaja los esfínteres del ano, haciendo que haya menos dolor durante la penetración.
No se ha comprobado del todo si causa adicción, pero genera muerte de las neuronas y mezclado con vasodilatadores como el Viagra, puede generar desde un infarto hasta fallecimiento.
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