SALVADOR DALÍ
Un día como hoy, pero hace 517 años, se encontraron por vez primera nuestros ascendientes europeos con nuestros ascendientes americanos.
Buenos o malos, mejores o peores, en la mayoría de las venas de los mexicanos corre la sangre de ambos ancestros.
A partir de ese momento de asombro mutuo se empezaron a construir nuestras naciones, con las posteriores aportaciones de migrantes de otros continentes.
Los múltiples descendientes, integrantes ahora de países con diferentes lenguas y costumbres, tenemos
un compromiso pendiente con las naciones originarias que permanecen sin ver atendidas sus más elementales necesidades a pesar de que muchos de los recursos que enriquecen a los países americanos son extraídos del lugar donde siempre han estado sus territorios.Información proporcionada por: http://www.aids-sida.org/ / amigoscontraelsida@yahoo.com
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