Marcelo Ebrard Casaubon, jefe de Gobierno del DF, y Emilio Álvarez Icaza Longoria, titular de la CDHDF. Foto: Leonardo Bastida Aguilar
Christian Rea Tizcareño |
México DF, agosto 25 de 2009.
Marcelo Ebrard Casaubon, jefe de Gobierno capitalino, suscribió hoy el Programa de Derechos Humanos del Distrito Federal y anunció que mañana emitirá un decreto para que todas las entidades de la administración pública local estén obligadas a cumplirlo.
El Programa fue elaborado y signado por organizaciones no gubernamentales (ONG), representantes del sector académico, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), así como los tres poderes locales, con la observación externa de la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
En la ceremonia, Ebrard criticó que bajar la guardia en torno a los derechos humanos corresponde a una visión “mediocre” y “conservadora” que, al concebir el tema como un asunto “secundario”, pretexta falta de recursos en función de la crisis económica. “No es posible que tengamos un debate presupuestal nacional donde los derechos humanos son accesorios”.
Una óptica conservadora, expresó el mandatario, “diría: ¿para qué hacemos compromisos?, ¿para qué subimos los estándares?, ¿para qué elevamos la vida?, si estamos en medio de una crisis económica?”
Destacó que alrededor de 68 por ciento de las líneas de acción dictadas por el Programa involucran al Gobierno del Distrito Federal, por lo que su administración pugnará, en los próximos meses, por cambios legales y partidas presupuestales encaminados al “cabal cumplimiento” del plan de derechos humanos.
Por su parte, Emilio Álvarez Icaza, presidente de la CDHDF, enfatizó que la Ciudad de México y el país requieren de “un cambio radical de paradigma”, en el cual, el servicio público tenga como base los tratados internacionales, así como las leyes federales y locales; los derechos humanos sean el centro de la vida social, no las “dadivas y prebendas”, ni los intereses políticos; las instituciones actúen en función de las necesidades sociales, no en razón de los tiempos gubernamentales, legislativos y de los tribunales, y la rendición de cuentas implique sanciones y reparación del daño a las y los afectados.
Para Álvarez Icaza, los ocho años de gestión como ombudsman capitalino significaron “indignación por la injusticia, por la desigualdad. Compartiendo el dolor con las víctimas; pero también la esperanza en que otro mundo es posible y la certeza de que nada supera a la dignidad de las personas”.
Según el ombudsman, el Programa de Derechos Humanos presentado hoy representa un “punto de salida” hacia la democracia y es el resultado de un esfuerzo “plural, intersectorial e institucional” en la Ciudad de México.
En su intervención, Edgar Elías Azar, presidente del Tribunal Superior de Justicia del DF, aseguró que para el Poder Judicial local son fundamentales los derechos humanos y la perspectiva de género.
A su vez, José Manuel Nuñez Pliego, rector de la Universidad Panamericana, Campus Ciudad de México, aseveró que el avance social sólo tendrá cabida si los derechos humanos pasan de ser diagnósticos y programas a constituirse en acciones tangibles.
En tanto, María Consuelo Mejía, directora de Católicas por el Derecho a Decidir, calificó la firma del Programa como una fecha “histórica y trascendental” que coloca a la Ciudad de México a la vanguardia de los derechos humanos.
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